Año 19. Nº1


EL PAISAJE Y SU PROTECCIÓN: TRES CASOS DE ESTUDIO EN CHILE

THE LANDSCAPE AND THEIR PROTECTION: STUDY OF THREE STUDY CASES IN CHILE

Gabriela Saldías
Escuela de Arquitectura del Paisaje-Universidad Central de Santiago de Chile
E-mail: mgsaldiasp@ucentral.cl

  

RESUMEN

El paisaje es parte del patrimonio natural y cultural de un país, región o localidad y provee múltiples beneficios ambientales, sociales y económicos. Frente a las pérdidas y degradación de paisajes ocurridas en el planeta, algunos países han tomado medidas para conservarlos y utilizarlos de manera sustentable. En Chile, si bien hay organizaciones no gubernamentales que trabajan para instalar al paisaje como un asunto relevante en la toma de decisiones sobre el territorio, todavía la normativa y su consideración en la planificación territorial es insuficiente. Se ejemplariza con tres casos: el borde costero de la localidad de Los Molles en la Región de Valparaíso, el bosque de la quebrada El Panul en la precordillera de la Región Metropolitana y el borde costero de la Región de Coquimbo; los tres son paisajes valiosos que se encuentran en riesgo debido a propuestas de cambio de uso de suelo que permiten grados mayores de urbanización. Se presentan algunas herramientas de protección que se han instalado en otros países mediante de leyes, convenios y cartas de paisaje, que se podrían aplicar para el caso nacional.

Palabras clave:   paisajes, patrimonio, herramientas de protección

 

SUMMARY

The landscape is part of the natural and cultural heritage of a country, region or locality, providing multiple environmental, social and economic benefits. Faced with the loss and degradation of landscapes taking place on the planet, some countries have taken steps to conserve and use their landscapes sustainably. In Chile, although there are non-governmental organizations working to install the landscape as an important issue in decision making processes related to the territory, yet the rules and consideration of spatial planning is insufficient. Three cases illustrate this: the coastline of Los Molles in the region of Valparaiso, the Panul forest in the foothills of the Metropolitan Region and the coastline in the region of Coquimbo. These valuable landscapes are at risk because of change in land use. Some protection tools that have been installed in other countries through laws, agreements and letters of landscape that could be applied to the national case are presented.

Keywords: landscapes, heritage, protection tools

 

INTRODUCCIÓN

La gran extensión en longitud del territorio nacional acompañada de una geomorfología marcada por las montañas, numerosos ríos que cruzan el territorio de cordillera a mar y el océano Pacífico con toda su fuerza y dinamismo hacen posible que exista una gran variedad de paisajes, que van más allá de las clásicas distinciones regionales pues en una misma región las situaciones son muy particulares en cada tramo que se recorra. Acompañan al relieve cambiante, una variedad de climas y microclimas donde la cercanía al mar y la altitud tienen gran incidencia en los extremos térmicos y en las precipitaciones. Esta variedad de ambientes condicionan la existencia de una flora y fauna exclusiva, con un alto grado de endemismo, que habitan superficies con frecuencia muy reducidas. Hay también, una historia de usos y costumbres de los habitantes que contribuyen en su expresión mediante los paisajes culturales, sean éstos rurales o urbanos. A un número de estos paisajes, tanto naturales como culturales se les asigna un valor patrimonial, por su significado, exclusividad o belleza sobresaliente.

En la actualidad, la distribución de la población humana en el planeta, indica una preferencia por vivir en las ciudades, 51% de población urbana y un 49%, rural, sin embargo, en Chile según los datos del Censo 2002 la diferencia es más evidente: un 86,6% habita en áreas urbanas y solamente 13,4% lo hace en las zonas rurales. Conociendo estos datos es relevante poner atención a como se están integrando las ciudades a su territorio y cuál es la valoración y la protección que se hace del paisaje. Resulta pertinente indagar en la efectividad que tienen los instrumentos de planificación y gestión para conservar aquellos paisajes valiosos, tanto por los servicios que los ecosistemas proveen, como por el reconocimiento que hace la ciudadanía de ellos.

Sobre la base que el paisaje es importante y forma parte del patrimonio natural y cultural de un país, región o localidad, que comprende una dimensión cultural que ayuda a la construcción de la identidad de una comunidad y su forma de habitar. Se aprecia que la protección de ellos en el país es todavía insuficiente, quedando expuestos a intervenciones que los degradan o simplemente se pierden. Especialmente en las últimas décadas la pérdida de paisajes valiosos se ha incrementado. La actividad forestal ha reemplazado extensos bosques nativos por plantaciones de monocultivos de Pinus  o Eucalyptus, la agricultura intensiva no ha dejado espacio para la naturalidad. El crecimiento urbano no considera los hitos del paisaje y se extiende sin poner atención en la geomorfología, el flujo y ciclo del agua superficial y subterránea, la permeabilidad de los suelos y la vegetación y sus funciones en la conservación del suelo y captación del agua de las precipitaciones. Las vistas hacia lagos, océanos o ríos en muchas ocasiones se encuentran vedadas y tienen los accesos clausurados, las construcciones le dan la espalda a los grandes hitos del paisaje, en lugar de destacarlos e incorporarlos al circuito del espacio público y de las áreas verdes urbanas. Estas acciones dejan de manifiesto que no se considera la conservación del paisaje como un elemento relevante al planificar las ciudades.

¿Cuánto se preocupan los chilenos de sus paisajes? ¿Protege la normativa existente los paisajes naturales y culturales valiosos? Son preguntas que se tratarán de responder en esta revisión para lo cual se consideran tres casos de estudio, cada uno en una región específica en que los paisajes se encuentran en riesgo por potencial cambio de uso del suelo: la localidad costera de Los Molles en el límite norte de la Región de Valparaíso, el bosque de la quebrada Panul en los extramuros de la ciudad de Santiago, Región Metropolitana y el borde costero de la Región de Coquimbo, aproximadamente desde Totoralillo por el sur hasta Chungungo por el norte.

 

La definición de “paisaje”

Hay ciertos paisajes nacionales que constituyen destinos reconocidos internacionalmente y que se promueven con fines turísticos, también se encuentran aquellos que los chilenos recuerdan cuando viven fuera del país, así lo plantea Otero (2009) y menciona ciertos paisajes fundamentales como la cordillera nevada, el mar y las costas, los campos regados de la zona central y los lagos y volcanes del sur, sin embargo, estos paisajes han sido transformados para satisfacer las necesidades de producción y habitación de la población y, por tanto, también son expresión del modo de vida y de la cultura.

El paisaje ha sido definido por distintos autores y el rasgo común de estas definiciones está en las dimensiones que lo forman: la ecológica, la estética, la productiva y la social. El énfasis puesto ha dependido de la disciplina de donde proviene la definición, a veces está en los aspectos geográficos, otras veces en los seres vivos como la flora, la vegetación y la fauna, y en otras oportunidades, en la belleza escénica, la forma de habitar y el modo de producción.

El paisaje no es solamente una suma de elementos sino un sistema integrado o geosistema, en que intervienen el relieve, el suelo, el clima, el balance de agua, la flora, la fauna, los seres humanos y sus creaciones en el paisaje (Bastian, 2001).

Respecto del concepto de paisaje, también existe la postura de su carácter patrimonial como exponen Silva & Fernández (2015) quienes sostienen que el paisaje es un patrimonio de todos los ciudadanos. En este contexto el patrimonio y el paisaje se convierten en bienes básicos para la gestión sostenible de los recursos locales y para el desarrollo de los territorios. Aclaran que no solo importan los paisajes excelsos y singulares, sino también aquellos que tienen significado para las personas.

 

La situación en las ciudades

De acuerdo con lo que plantea Gray (2016), en las décadas recientes, las ciudades del Chile no se han desarrollado de una manera sana ni bella, han perdido muchos de sus atributos físicos y no por simple crecimiento y evolución, sino porque se han relajado las normas urbanísticas y se ha debilitado la institucionalidad pública que debería hacerse cargo de todo aquello que el sector privado desdeña. El autor señala que la normativa para asegurar un crecimiento sustentable de las ciudades en el país ha sido ineficaz e insuficiente. Es posible relacionar la pérdida de atributos físicos planteado con la pérdida de paisajes valiosos.

Para el contexto urbano se han propuesto ciertos criterios necesarios de tener en cuenta al momento de diseñar y gestionar los espacios públicos, éstos se encuentran en una guía de recomendaciones para la gestión de proyectos de espacios públicos, elaborada por el ministerio de Vivienda y Urbanismo (2010 http://www.minvu.cl/opensite_20070212170002.aspx).  De acuerdo con la publicación para lograr la sustentabilidad ambiental se requiere tener en cuenta el patrimonio natural existente en el entorno, puesto que en cada particularidad geográfica  deben rescatarse elementos del paisaje o de la vegetación valiosos y singulares, que al quedar incorporados a un proyecto lo potencian y le entregan un sello de identidad regional o zonal (MINVU, 2010[1]). Al recorrer las ciudades del país se aprecia que esto está poco logrado y que queda mucho trabajo por delante. Sin embargo, se pueden constatar avances en proyectos en su desarrollo tales como, por ejemplo, el proyecto Mapocho 42 K que busca, en Santiago, destacar al río Mapocho mediante la construcción de un parque lineal, la transformación de los cerros islas de la Región Metropolitana en parques urbanos dotados de una importante superficie forestada.

 

Ejemplos internacionales de formas de protección del paisaje

Desde mediados de los años sesenta del siglo XX, en Europa se empieza a mostrar una inquietud por la preservación del valor de los paisajes la que se expresa en la redacción de leyes y normas nacionales y regionales enmarcadas en políticas territoriales. Un poco antes UNESCO aprobaba una “Recomendación relativa a la protección de la belleza y el carácter de los lugares” (Silva & Fernández, 2015).

 

-El Convenio Europeo del Paisaje (2000)

El propósito general del Convenio es animar a las autoridades públicas a adoptar políticas y medidas a escala local, regional, nacional e internacional con el fin de proteger, planificar y gestionar los paisajes europeos con vistas a conservar y mejorar su calidad y llevar al público, a las instituciones y a las autoridades locales y regionales a reconocer el valor y su importancia y a tomar parte en las decisiones públicas relativas a ellos. El participar en el convenio europeo del paisaje es sobre todo un compromiso. Compromiso por parte de los países signatarios que incumbe, tanto a las administraciones estatales como a las regionales y locales, pero también a la sociedad civil, a las organizaciones y a los ciudadanos.

 

-Las cartas de paisaje

Una carta del paisaje es un instrumento voluntario de concertación y mediación entre los agentes públicos y privados del territorio destinado a promover la mejora de los paisajes y la calidad de vida de las personas mediante el establecimiento de objetivos de calidad paisajística, estrategias, medidas y acciones, implementando un programa de gestión dinámica del paisaje. Se constituye en una “hoja de ruta” y una herramienta de participación, concertación y mediación territorial (Cortina, 2010).

De este modo, las cartas del paisaje se configuran como un instrumento de participación de los ciudadanos en las decisiones sobre la protección, ordenación y gestión de sus paisajes; como una herramienta eficaz de concertación social respecto de los objetivos y las estrategias de intervención hacia unos paisajes que se encuentran en constante transformación; y, finalmente, como un proceso de mediación entre los distintos intereses que confluyen en un territorio.

Entre los países que han generado cartas de paisaje se encuentran algunos de los europeos, también se han levantado cartas en determinadas regiones o localidades como la Carta del Paisaje Mediterráneo y la Carta de Sevilla (1992). Al nivel de Latinoamérica existen la Carta Mexicana del Paisaje (SAPM 2011), la Carta Colombiana del Paisaje (SAP 2010) y la Carta Argentina del Paisaje (CAAP 2011)

 

-Legislación específica 

Varias ciudades españolas tienen leyes de protección del paisaje[2] como las de la Comunidad Autónoma de Valencia (4/2004, de 30 de junio); la de la Generalitat de Ordenación del Territorio y Protección del Paisaje que protege el paisaje de la comunidad autónoma de Cataluña (8/2005, de 8 de junio);y la de Protección, Gestión y Ordenación del Paisaje (7/2008, de 7 de julio) que protege el paisaje de Galicia. En Sudamérica en Colombia, a partir de la dictación del decreto 1715 de 1978 la comunidad tiene derecho a disfrutar de los paisajes urbanos y rurales que contribuyan a su bienestar físico y espiritual (sitio web-En Colombia).

 

La situación en Chile 

En el país hay tres organizaciones no gubernamentales que convocan a las personas interesadas en el paisaje y que buscan su reconocimiento, valoración y protección, ellas son:

El ICHAP, Instituto Chileno de Arquitectos Paisajistas, cuyo objetivo primario, en el marco de  las actividades de la carrera profesional de arquitectura es considerar que el estudio del paisaje es fundamental en todos los aspectos involucrados en dicha profesión.

La ACHIPPA, Asociación Chilena de Profesionales del Paisaje, es una asociación de carácter nacional que convoca a todos las personas que comparten intereses y preocupaciones comunes sobre el paisaje; profesionales que intervienen en el paisaje desde distintos ámbitos: organismos estatales, municipales, empresas privadas y profesionales independientes.

La Corporación del Patrimonio y del Paisaje: se forma en 2008 con un grupo interdisciplinario de profesionales, investigadores y docentes universitarios, comprometidos con una visión holística de medio ambiente – territorio - sociedad y especialmente con el paisaje, para lograr que sea efectivamente un derecho.

El 26 de enero de 2016 se estableció una alianza entre estas tres instituciones y otros profesionales del paisaje en Chile, denominada Alianza Chilena por el Paisaje[3]. Su objetivo es sumar fuerzas para instalar el paisaje como un tema relevante en la toma de decisiones sobre el territorio y que sea declarado como un derecho y bien común. Esta alianza es el inicio para el fortalecimiento de los vínculos y del trabajo, entre los principales actores de América y Latinoamérica. La vicepresidenta y fundadora de la Corporación Patrimonio y Paisaje, Mónica Palma, plantea que en el país no ha sido tratado el paisaje de forma directa en la Constitución ni en la normativa existente y ha sido escasamente considerado al planificar el uso del territorio[4].

 

RESULTADOS

 

Los tres casos de estudio que se analizan se emplazan en la zona central de Chile que es la que concentra la mayor población del país, razón por la que su paisaje está intensamente alterado. En la zona se combina una alta diversidad biológica que tiene, además, un importante grado de endemismo al nivel regional, con un alto nivel de impacto antrópico, lo que ha llevado a la declararla como un hotspot de conservación de la biodiversidad del mundo (Arroyo et al. 1999).

Caso 1: La localidad Los Molles

Los Molles, es una localidad costera perteneciente a la comuna de La Ligua, provincia de Petorca, Región de Valparaíso (Figura 1). Se encuentra en la zona de transición entre el matorral esclerofilo dominante en la Región de Coquimbo y el bosque esclerofilo característico de la vegetación de Chile central (Lund & Teillier 2012). Se destaca por bellos paisajes rocosos con vistas privilegiadas hacia el océano, y por sus numerosos rincones, cada uno con una belleza particular a diferentes escalas espaciales; además, alberga una muy alta biodiversidad. 

De acuerdo con Lund & Teillier (2012) la riqueza de especies de plantas vasculares del área alcanza a casi 300 especies terrestres, silvestres, de las que 118 son endémicas de Chile, 91, nativas no endémicas y 85, alóctonas asilvestradas. Estos resultados dan cuenta de una riqueza algo mayor que la esperada por los modelos que relacionan superficie con riqueza para Chile central, un alto nivel de endemismo (57 % de las nativas), resultados que confirman localmente el carácter de hotspot para la conservación regional. A ello se suma la presencia de las siguientes especies en diferentes categorías de amenaza tales como Nothoscordum cf. serenense y Pouteria splendens en categoría de “peligro” y  Alstroemeria pelegrina, Calydorea xiphioides, Carica chilensis,  Puya venusta y Pyrrhocactus chilensis, en la categoría de “vulnerable”.

En la actualidad se vive una dura batalla entre los vecinos que valoran el paisaje natural y la forma de vida tranquila de un pequeño asentamiento urbano que alberga a unas 600 personas durante el año y que se incrementa a 4000 en la época estival de vacaciones. En 2014 se propusieron y aprobaron cambios en el Plan Regulador Comunal (PRC) modificación que permitirá el desarrollo inmobiliario en su borde costero. Acto seguido, se propuso un nuevo plan intercomunal que regula el desarrollo del borde costero norte de la Región de Valparaíso con el fin de unificar el desarrollo de las localidades costeras Puchuncaví, Zapallar y Papudo y que hoy está cuestionado en la Contraloría General de la República; dicho plan permite la expansión del área urbana a una importante porción del territorio que tiene el mayor valor paisajístico, siendo, además un sitio oficial prioritario para la conservación de la biodiversidad según las autoridades ambientales regionales (Muñoz et al., 1996); además, establece como límite de densidad poblacional, treinta personas por hectárea, casi 42 mil habitantes, algo ilógico puesto que  hoy en las temporadas estivales ya se registran serios problemas de acceso al agua. Si bien el área fue declarada sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad con la prioridad “importante” hace veinte años, no se ha logrado asegurar la protección del área o una intervención que permita la conservación de una superficie significativa del paisaje. Claramente se observa que existen intereses contrapuestos: “En el mundo inmobiliario dicen que es un diamante en bruto y desde el verde advierten que es una joya de la naturaleza, intocable gritan los más extremistas”[5].

Caso 2. El bosque de la quebrada El Panul

El bosque de la quebrada El Panul comprende un territorio de aproximadamente 200 ha en el margen urbano que se ubica en el piedemonte precordillerano de la comuna de La Florida, en la Región Metropolitana (Figuras 2 y 3).  En dicho lugar existe un bosque esclerofilo con representantes  característicos de esta formación como son: quillay (Quillaja saponaria), peumo (Cryptocarya alba), litre (Lithraea caustica), maitén (Maytenus boaria), espino (Acacia caven), guayacán (Porlieria chilensis), huingán (Schinus polygamus), colliguay (Colliguaja odorífera), michay (Berberis chilensis), también numerosas hierbas como alstroemerias y añañucas. La flora está adaptada a las condiciones de clima tipo mediterráneo con una estación larga de seis a ocho meses sin precipitaciones[6].

Con respecto a la fauna,  cuenta con 54 especies de aves, nueve de reptiles, 14 especies de mamíferos e innumerables especies de insectos [7] .

Existen antecedentes científicos que avalan la necesidad de mantener estas áreas de precordillera cubiertas de vegetación para evitar el riesgo de inundaciones. Fuentes (1988) afirma que la vegetación impide que las lluvias arrastren el suelo desde las laderas hacia la parte baja de los valles, por una parte la vegetación intercepta la lluvia, la frena y así disminuye la energía con que las gotas impactan y remueven partículas de suelo, a la vez los troncos y raíces ayudan a retener las partículas de suelo; en 1993 producto de un aluvión cordillerano en la quebrada de Macul, ubicada el norte de la del Panul, murieron personas que habitaban en el área aledaña.

El bosque contribuye, además, a reducir la contaminación atmosférica, liberando oxígeno y captando dióxido de carbono; es un aporte a la superficie de áreas verdes en una comuna donde ellas son claramente deficitarias, 3,5 m2/habitante según el catastro del año 2014[8], cifra muy por debajo de los 9 m2/habitante recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

Con el objetivo de proteger el bosque de la quebrada El Panul, surge desde la ciudadanía en 2006 una red por la defensa de la precordillera (Red Precordillera[9]), en sus inicios integrada por algunos vecinos de las comunas de La Florida y Puente Alto, para a continuación ir reclutando nuevos adherentes.  En la actualidad hay profesionales de varias disciplinas que han aportado a un mejor conocimiento del territorio. Esta red por la defensa de la precordillera pretende recuperar este lugar, promoviendo que el estado compre o expropie estos terrenos para devolvérselos a la comunidad. Un parque comunitario es una figura que no existe legalmente y de concretarse sería el primero en Chile.

De acuerdo con el Plan Regulador Comunal hoy sería posible construir casas en el bosque de la quebrada del Panul ya que el terreno está clasificado como un área urbana, sin embargo, la oposición y lucha que ha llevado la comunidad desde hace diez años tienen bloqueada cualquier intervención en dicho territorio.

 Caso 3.  El borde costero de la Región de Coquimbo: de Chungungo a Totoralillo.

Próximas al borde costero de la Región de Coquimbo se emplazan las ciudades de La Serena y Coquimbo (Figuras 4 y 5), ambas con poblaciones en crecimiento que están demandando nuevos territorios, siendo las zonas costeras cercanas las preferidas. Así es como amplios terrenos que pertenecían a una persona se están subdividiendo y son varios los nuevos propietarios y se está demandando el cambio de uso del suelo de rural a urbano (Saldías 2012).

En estas localidades costeras existe un paisaje exclusivo formado por enormes rocas y una vegetación de tipo matorral donde uno de sus integrantes claves para el funcionamiento del ecosistema costero es el lucumillo, Myrcianthes coquimbensis, (Figuras 6 y 7) especie clasificada en la categoría de “en peligro de extinción” desde 1989, sin embargo, aún no existen áreas silvestres protegidas que aseguren la persistencia de la especie, ni campañas para informar a la comunidad de la presencia de una especie amenazada y de un paisaje de alta singularidad. En el área existen, además, numerosos humedales que albergan a diversos tipos de aves incluyendo las migratorias lo que genera un paisaje de gran atractivo y muy visitado.

El Ministerio del Medio Ambiente, seleccionó ciertas especies animales y vegetales en el país para canalizar los esfuerzos hacia su protección, una de las especies seleccionadas es el lucumillo y en la actualidad (2015-2016) se está desarrollando un plan para la restauración, conservación y gestión de la especie (Plan RECOGE). Participan en su elaboración,  gestión y ejecución diversas instituciones gubernamentales y privadas y se persigue integrar a la comunidad y a los propietarios de los terrenos con el fin de sensibilizarlos en función  de lograr la protección de los ecosistemas y del paisaje donde habita la especie amenazada.

 

 CONCLUSIONES

 

1. Al nivel internacional los países europeos se han organizado para proteger los paisajes valiosos mediante leyes, convenios y cartas de paisaje.

2. Al nivel de Latinoamérica existen países que valoran y cuidan sus paisajes, tal es el caso de México, Colombia, Perú y Argentina.

3. En Chile se han perdido paisajes valiosos por el cambio de uso de suelo a fines productivos y de expansión urbana, ello por no ser considerados ni en la planificación ni en el ordenamiento territorial.

4. En Chile la población es principalmente urbana por lo tanto es importante que las ciudades se integren bien al territorio y se tomen en cuenta  los hitos del paisaje natural en el diseño, lo que hasta la fecha ha sido insuficiente.

5. Existen tres organizaciones no gubernamentales en el país que trabajan por instalar la  valoración y conservación del paisaje como un asunto relevante en la toma de decisiones sobre el territorio y que sea declarado como un derecho y bien común. Hay avances para integrarse a redes latinoamericanas.

6. No están instaladas en la normativa ni en la Constitución la importancia y necesidad de proteger el paisaje. En tiempos de revisión y cambios es la oportunidad para incluir el Paisaje como patrimonio de todos los ciudadanos.

7. El borde costero de la localidad costera de Los Molles, si bien ha sido declarado sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad, es un paisaje que está en riesgo por efecto de los planes reguladores que proponen cambios de uso de suelo permitiendo la urbanización de nuevas superficies. La comunidad local defiende mantener su naturalidad frente a la presión del mercado.

8. El bosque de la quebrada El Panul es un área en la precordillera andina, aledaña a la ciudad de Santiago, donde se ha conservado un enclave de bosque esclerofilo que cumple importantes funciones ambientales y que se encuentra en riesgo también por los cambios de uso de suelo que propician los planos reguladores que ceden a la presión de las inmobiliarias. La comunidad organizada lo defiende y lleva a cabo actividades para mejorar el estado de la vegetación mediante actividades de reforestación.

9. El Ministerio del Medio Ambiente está trabajando en la elaboración de un plan de recuperación, conservación y gestión de las poblaciones de la especie en peligro de extinción, Myrcianthes coquimbensis o lucumillo que habita en el borde rocoso costero de la Región de Coquimbo. El plan está incluye todo el matorral costero ecosistema donde se inserta la especie amenazada.

10. Los casos de Los Molles y del bosque de la quebrada El  Panul están dando cuenta del rol gravitante de  las comunidades en la defensa del paisaje.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 (Sitios y páginas WEB consultados en julio de 2016)


ACHIPPA (Asociación Chilena de Profesionales del Paisaje). Sitio WEB: http://achippa.cl/

Arroyo, M. T. K., R. Rozzi, J. Simonetti, P. Marquet, M. Salaberry. 1999. Central Chile. En: Mittermeier, R. A., N. Myers, C.G. Mittermeier. (Eds.). Hotspots: Earth’s biologically richest and most endangered terrestrial ecosystems: 161-171. CEMEX, México. 

Bastian O. 2001. Landscape Ecology-towards a unified discipline? Landscape Ecology 16:757-766 

CAAP (Centro Argentino de Arquitectos Paisajistas). 2011. Carta Argentina del Paisaje. https://laliniciativablog.files.wordpress.com/2013/04/2011-03-14__carta_argentina_del_paisaje.pdf 

Convenio Europeo del Paisaje. 2000. Sitio WEB.: http://ipce.mcu.es/pdfs/convencion-florencia.pdf  

Corporación Patrimonio y Paisaje. Sitio WEB:  http://patrimonioypaisaje.blogspot.cl/ 

Cortina A. 2010. Las Cartas del Paisaje: un instrumento de concertación territorial y de compromiso ético a favor del paisaje. Actas do XII Colóquio Ibérico de Geografía.  Porto: Faculdade de Letras (Universidade do Porto) ISBN 978-972-99436-5-2 (APG); 978-972-8932-92-3 (UP-FL). 

En Colombia. 1978. Protección del Paisaje –Decreto 1715. https://encolombia.com/medio-ambiente/normas-a/hume-decreto171578/ 

Fuentes E. 1988. Sinopsis de paisajes de Chile central. En: Ecología del paisaje en Chile central. Estudios sobre sus espacios montañosos. E. Fuentes & S. Prenafeta Editores. Ediciones Universidad Católica de Chile: 17-27. 

Gray, S. 2016. Ciudad y constitución. El Mercurio, revista Vivienda y Decoración. http://www.elmercurio.com/blogs/2016/05/28/42109/Ciudad-y-constitucion.aspx   

ICHAP (Instituto Chileno de Arquitectos Paisajistas). Sitio WEB: https://ichapchile.wordpress.com/ 

Lund, R. & S. Teillier. 2012. Flora vascular de Los Molles, Región de Valparaíso, Chile. Chloris Chilensis, Año 2; N°2.  URL: http://www.chlorischile.cl. 

Muñoz, M., H. Núñez & J. Yáñez (Editores). 1996. Libro rojo de los sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica en Chile: 149-159. Corporación Nacional Forestal (Conaf). 

Otero, L. 2009. De la naturaleza al paisaje. Ecología y arquitectura del paisaje del sur de Chile. Ediciones Kultrún. 107 pp. 

Saldías, G. & J. Velozo, 2012. Distribución geográfica y estado de las poblaciones de Myrcianthes coquimbensis (Myrtaceae), especie endémica de Chile, en peligro de extinción. Chloris Chilensis Año 15.N° 2. http://www.chlorischile.cl. 

Saldías, G. 2012. Expansión urbana y conservación de especies amenazadas.
http://www.plataformaurbana.cl/archive/2012/12/06/expansion-urbana-y-conservacion-de-especies-amenazadas/ 

SAP (Sociedad Colombiana de Arquitectos Paisajistas). 2010. Carta Colombiana del Paisaje. http://www.sapcolombia.org/pdf/La_CartaColombiana_del_Paisaje_2010.pdf 

SAPM (Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México). 2011. Carta Mexicana del Paisaje.
http://www. paisajesculturales.files.wordpress.com/2013/03/cmp_final.pdf
 

Silva  R. & V. Fernández. 2015. Los paisajes culturales de UNESCO desde la perspectiva de América Latina y El Caribe. Conceptualizaciones, situaciones y potencialidades. Revista INVI N° 85/November 2015/Volume N° 30:181-214. http://www.scielo.cl/pdf/invi/v30n85/art06.pdf 

Otros artículos:

Los Molles, otro campo de batalla inmobiliaria. http://www.elliguano.cl/?p=12323

Medios radiales:

http://radio.uchile.cl/2015/04/19/vecinos-de-los-molles-exigen-revertir-cambio-del-plan-regulador/

http://www.ucvmedios.cl/ucv-radio-noticia.php?nid=5145 

Indicadores:

Áreas verdes con mantenimiento por habitante

http://www.observatoriourbano.cl/indurb/indicadores.asp  

Normativa en materia de paisaje:

http://www.mecd.gob.es/planes-nacionales/dms/microsites/cultura/patrimonio/planes-nacionales/planes/paisaje-cultural/documentos-de-referencia/normativa-en-materia-de-paisaje.pdf


Citar este trabajo como:

Saldías, G. 2016. El paisaje y su protección: tres casos de estudio en Chile. Chloris Chilensis Año 19 N° 1. URL: www.chlorischile.cl


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[1] http://www.plataformaurbana.cl/archive/2010/07/18/espacios-publicos-recomendaciones-para-la-gestion-de-proyectos/

[2] http://www.mecd.gob.es/planes-nacionales/dms/microsites/cultura/patrimonio/planes-nacionales/planes/paisaje-cultural/documentos-de-referencia/normativa-en-materia-de-paisaje.pdf

[3] https://lali-iniciativa.com/2016/02/18/suscrita-alianza-chilena-por-el-paisaje/

[4] Entrevista personal

[5] http://www.elliguano.cl/?p=12323

[6] http://www.redprecordillera.cl/bosque-panul/129-listado-flora-del-bosque-panul

[7] http://www.redprecordillera.cl/bosque-panul/fauna

[8] http://www.observatoriourbano.cl/indurb/indicadores.asp

[9] http://www.redprecordillera.cl/