Año 7. Nº 1

BREVE HISTORIA DEL ANTIGUO JARDIN BOTANICO DE LA QUINTA NORMAL DE SANTIAGO DE CHILE

Hugo Gunckel L.

 Trabajo presentado al Primer Symposium Americano de Botánica Farmacéutica, celebrado en Santiago de Chile, durante los días 16 al 22 de Octubre de 1950 y que dio lugar al siguiente voto de recomendación:

 "Recomendar la creación de Jardines Botánicos, especialmente en las ciudades de importancia, centros universitarios y de investigación científica botánica, recomendando el " cultivo y el estudio de plantas medicinales, " tanto nacionales, como extranjeras, pero especialmente americanas". Además, el autor leyó el presente trabajo en sesión celebrada el día 29 de Octubre de 1950 por la Academia Chilena de Ciencias Naturales, acordándose por unanimidad gestionar la creación de un Jardín Botánico Chileno en la región de Peñalolén, provincia de Santiago”.

 Al dar cuenta en 1873 de la labor desarrollada por la Sociedad de Farmacia de Santiago, desde 1859 hasta aquel año, don Ángel Vásquez, en su calidad de presidente de dicha institución, pudo, con legítimo orgullo informar a sus socios de las numerosas obras realizadas de bien público y de bienestar cultural de sus asociados.

 Entre las inquietudes, que en aquella fecha preocupaban a los miembros de la Sociedad de Farmacia, figuraba, entre muchos otros proyectos, la creación de un Jardín Botánico en la Quinta Normal, situada en Santiago de Chile.

 Dice don Angel Vásquez textualmente sobre el particular lo que sigue en su Memoria que tenemos a la vista:

"Otras notas de la Sociedad de Farmacia fueron dirigidas al Gobierno sobre la Quinta Normal, con el objeto de que se estableciese en él un Jardín Botánico, dividido en cuatro secciones: una para la enseñanza Botánica en general; otra para la Botánica médica; la tercera para la Botánica agrícola y la última para la Botánica industrial. En él debía hacerse la enseñanza agrícola propiamente dicha; y allí debían ir a practicar los alumnos de humanidades, para quienes se hacía obligatorio ya el aprendizaje de la Historia Natural". Los propósitos de la Sociedad eran -continuaba el señor Vásquez- que se diese el verdadero destino a ese bello plantel que había hecho concebir tantas esperanzas en su fundación. Nada pareció más importante y oportuno que aquella indicación sobre un establecimiento, que el Gobierno no sabía entonces qué destino darle. Este aceptó la idea hasta con entusiasmo, pero su resolución fue postergada. En el día (es decir, en 1873), la Quinta se halla bajo la dirección de la Sociedad Nacional de Agricultura, pero no sabemos si habría hecho en ella la distribución proyectada por la Sociedad, y si la enseñanza y la práctica de los alumnos de botánica y de agricultura se hiciera en la forma propuesta en aquella época" (1).

 La idea de crear y establecer en Santiago de Chile un Jardín Botánico, databa desde 1853, cuando el Dr. Rodulfo Amando Philippi fue nombrado Profesor de botánica y de zoología de la Universidad de Chile, y se le dio también el "encargo de formar y de dirigir un Jardín Botánico” (2). Indica don Diego Barros Arana que el mismo Dr. Philippi "Había pedido esa comisión, en la cual esperaba prestar un servicio efectivo a la ciencia y al país, y satisfacer una aspiración de su espíritu de trabajo y de estudio. Sin embargo, ese jardín no pudo establecerse en un largo período de más de veinte años. Todas las diligencias de Philippi iban a estrellarse ante la indiferencia o los inconvenientes que oponían las autoridades que debían entregarle el terreno para el jardín, o cooperar de alguna manera a su formación" (3). Como se comprenderá, ante tantas dificultades propias al ambiente de incomprensiones y de cooperación por parte de algunas autoridades, la Sociedad de Farmacia de Santiago, a la cual perteneció desde su fundación el Dr. Philippi, hizo suya la idea de crear en la capital un Jardín Botánico, proyecto que sólo pudo cristalizarse en 1876, iniciándose los trabajos preliminares bajo la dirección personal del Dr. Philippi, con gran entusiasmo y sin ayudantes.

 En el acta de la sesión celebrada el día 6 de junio de 1873, por la Sociedad de Farmacia, se puede leer lo que a continuación copiaremos: "el señor Philippi participó haber recibido una remesa de plantas vivas del Jardín de Plantas de París para el Jardín Botánico que se proyecta establecer en la Quinta Normal" (4). Sin duda, el recibimiento de estas primeras plantas vivas constituye la iniciación efectiva de la fundación del establecimiento, cuya historia vamos a resumir en esta comunicación. Un supremo decreto del 11 de enero de 1876 mandaba a la Sociedad Nacional de Agricultura entregar al Dr. R. A. Philippi, en su calidad de Director del Museo Nacional de Historia Natural, un terreno suficiente en la Quinta Normal para el establecimiento de un Jardín Botánico, y un decreto declaratorio del 21 de junio de 1879 expresaba que este terreno debía ser lo suficientemente grande a juicio de su director. Un nuevo decreto supremo del 19 de agosto de 1879, decía en una de sus partes, "La Sociedad Nacional de Agricultura entregará desde luego al director del Museo Nacional los terrenos de la Quinta Normal, señalados en el adjunto plano por las letras A, B y C". Con fecha 16 de mayo de 1881 se dictó un nuevo decreto, en el cual se ordenaba a la Sociedad Nacional de Agricultura su inmediata entrega: "este ministerio espera pues que usted entregará dichos terrenos a disposición del director de aquel establecimiento". El 12 de septiembre y el 24 del mismo mes y año de 1881 el ministro de Instrucción Pública recordaba al directorio de la Sociedad Nacional de Agricultura los decretos anteriores, pero hasta fines del mismo año, como lo indica el mismo Dr. Philippi en su Memoria anual, firmada el 27 de diciembre de 1881, y pudo estampar estas palabras: "hasta la fecha dicha Sociedad no ha cumplido con las órdenes tantas veces reiteradas y no estoy todavía en posesión del terreno B, señalado en el supremo decreto del 19 de agosto de 1879, ni tengo tampoco la habitación para el jardinero, que tengo orden de contratar para el futuro Jardín Botánico". Se comprenderá que en este estado de cosas he debido paralizar casi todos los trabajos; las malezas han ahogado una porción de plantas de los 72 tablones con almácigos que habían, y no he sembrado nada en el terreno B mencionado en el citado supremo decreto del 19 de agosto de 1879".

 Pero, a pesar de todas estas dificultades, año tras año este establecimiento crecía y conquistaba principalmente en el extranjero, fama por la gran cantidad de plantas no sólo chilenas sino también exóticas que vivían en sus conservatorios y en sus campos de cultivo al aire libre. El 19 de mayo de 1883, el Dr. Philippi entregaba la dirección del Jardín Botánico a su hijo, don Federico Philippi, que ya estaba reemplazándolo en la enseñanza universitaria. El Dr. R. A. Philippi, según Catálogo oficial del Jardín en 1881, tenía en cultivo152 familias con 1437 especies (5), y cuando don Federico Philippi presentó el 29 de mayo de 1884 su primera memoria podía enumerar 166 familias con 2196 especies, lo que revela un aumento de 13 familias y de 724 especies. En 1887, según el "Sinopsis Estadístico" de la Nación de aquel año, se cultivaban en el jardín botánico santiaguino: 2270 especies, repartidas en 180 familias. Según la Memoria presentada al Gobierno en abril de 1887, la existencia del  Jardín Botánico, era “en cuanto la revisión del catálogo deja ver hasta hoy, de 2175 especies, pertenecientes a 168 familias, lo que muestra una disminución desde 1886 de 1 familia y 199 especies, disminución más bien aparente que real pues hay muchas plantas en maceta, sin nombre, que tendrán que entrar en el Catálogo, una vez clasificadas, lo que sólo podrá hacerse cuando florezcan y fructifiquen y hay también muchas plantas de bulbos o de raíces persistentes, que no manifiestan su existencia sino durante el invierno y primavera, así que no figuran  tampoco en el catálogo" (6).

 En la famosa revista alemana Garten‑ correspondiente al año de 1884, que tenemos a la vista, encontramos una simpática referencia sobre la labor desarrollada por don Federico Philippi en el Jardín Botánico Chileno. Se hace ver en este trabajo, de la gran importancia que tiene el intercambio de plantas chilenas vivas con jardines similares europeos, donde se conocerá, de esta manera, la gran riqueza de nuestra flora (7).  En este mismo trabajo se da cuenta de plantas chilenas y raras que fueron cultivadas de nuestro antiguo Jardín Botánico chileno.

 "El arboreto ha prosperado satisfactoriamente, informa el Director del Jardín al ministro de Instrucción Pública en 1887, los árboles se desarrollan muy bien y las dimensiones de la mayor parte de ellos son bastante, considerables, si se toma en cuenta que casi todos han sido obtenidos de semillas y que no tienen, por consiguiente, más de diez años de vida" (8). Entre las muchas plantas raras e interesantes que se cultivaban y que prosperaban bien en los conservatorios del Jardín Botánico, fuera de helechos, numerosos representantes de cactáceas y orquídeas, conviene recordar que en 1887, se cultivaba con éxito " unas cuantas plantas de té, de semillas que debo al señor de Lietze, de Río de Janeiro, quien las mandó en aserrín húmedo, así que, lejos de secarse, como de otro modo suele suceder, habían principiado a germinar cuando llegaron".

 Durante años el Jardín Botánico colaboró activamente con la enseñanza práctica de la botánica, entregando material fresco para la clase de botánica de la Universidad. Así en 1886 suministró 65, especies de plantas floridas, en 5200 ejemplares, que en 1891 alcanzó a 6810 ramas y plantas, en su mayor parte floridas, 67 plantas enteras con maceteros y 169 otros objetos, como tubérculos, trozos de tallos, flora, etc., "cifra muy inferior a aquella del año anterior, debiéndose esta disminución a la irregularidad con que funcionaron todos los establecimientos durante 1891". Además, aquel mismo año el Jardín Botánico hizo entrega a 67 personas, de ramas u hojas para usos medicinales y se repartieron a particulares 267 paquetitos de semillas, 1256 plantas y 162 tubérculos. Las relaciones con otros jardines botánicos se han resentido también considerablemente durante el año último (de 1891 por la revolución), sin embargo, se repartieron a ellos 534 paquetitos de semillas, El jardín ha recibido durante el año 1005 paquetitos de semillas, 411 plantas vivas y 284 tubérculos y bulbos.

Durante el año de 1891 fueron pagados los siguientes sueldos:

Director, don Federico Philippi, nombrado en mayo 11 de 1883, con un sueldo anual de $ 500.
Jardinero Primero, don Juan Soehrens, nombrado en noviembre 9 de 1886, con un sueldo anual de $ 2000 y
Jardinero Segundo, don José del C. Cárter, nombrado en diciembre 31 de 1891, con un sueldo de $ 1200 al año.

Finalmente conviene recordar, como un hecho poco común en el desarrollo histórico de la botánica chilena, que en 1890 el Gobierno de don José Manuel Balmaceda compró para el Jardín Botánico al señor A. Tagle Montt, el conservatorio que este caballero poseía en la Quinta Meiggs, con todas sus plantas e instalaciones. Entre éstas llamaba la atención la colección de orquídeas tropicales que constaba de 125 individuos pertenecientes a 69 especies, de las cuales, en 1891, florecieron 35, entre las que sobresalieron la Laellocattleya dorinanniana Rolfe con 17 flores; la Stanhopea insignis Frost. con 6 inflorescencias que produjeron 48 flores, etc., las que fueron admiradas por todos los espectadores, "como habrían sido admiradas de igual modo en cualquiera exposición de Europa" (9) .

En 1886 el Jardín Botánico tomó parte activa en la Exposición de Jardinería que tuvo lugar a fines de noviembre de aquel año, exhibiendo una colección de 23 especies de plantas útiles, principalmente tropicales, una colección de 41 plantas decorativas y 71 especies de suculentas, entre ellas 45 cactáceas, obteniendo varios primeros premios y menciones honrosas.

 Desgraciadamente, este Jardín Botánico ha pasado por muchas vicisitudes, hasta desaparecer hace algunos años atrás, por culpa única de algunas autoridades y jefes de servicios del Ministerio de Agricultura de antaño, que nunca alcanzaron a comprender lo que significa para un pueblo civilizado la existencia y mantención de un Jardín Botánico (10). Según el artículo tercero del decreto del 8 de mayo de 1883, el jardinero jefe del Jardín Botánico quedaba bajo las órdenes del Profesor de Botánica de la Universidad de Chile, quien anualmente debía presentar una Memoria sobre la marcha y desenvolvimiento del establecimiento al ministro de Instrucción Pública. Pero, el 27 de diciembre de 1895, el Consejo de Instrucción Pública nombró, fuera de toda lógica y antecedente, una Junta de Vigilancia del Jardín, y el 1º de febrero de 1896 renunciaba don Federico Philippi de la dirección del establecimiento. Fue nombrado, como su sucesor, el señor Juan Soehrens, que había entrado el 9 de noviembre de 1886, como primer Jardinero del establecimiento, y que fue el último director de nuestro Jardín Botánico. El botánico don Juan Soehrens llegó a Chile en 1885 y efectuó numerosas excursiones por todo el territorio chileno, principalmente a Juan Fernández y a las provincias de Coquimbo, de Tacna (cuando esta provincia era aún chilena), Chiloé y a las Guaytecas, y acompañó a los botánicos Rose (norteamericano, especialista en cactáceas) y Verne (francés), en sus varias exploraciones botánicas en nuestro país. En 1922 fue jubilado por el Gobierno, con sueldo íntegro, después de haber actuado eficazmente durante 37 años en el Jardín Botánico. Don Juan Soehrens falleció en mayo de 1934, a la edad de 84 años (11).

Con la jubilación del señor Soehrens, en 1922,el Jardín Botánico Chileno, que fuera en otros tiempos nuestro orgullo y que era visitado por los botánicos y hombres de ciencia más ilustres de otras naciones y que nos visitaban, principió lentamente a agonizar y hoy en día ya no existe.  Las personas que actualmente visitan a la Quinta Normal pueden aún admirar, al lado sur del edificio que ocupa el Museo Nacional de Historia Natural, los restos del antiguo Jardín Botánico, especialmente los abandonados y casi por completo destruidos conservatorios, donde en otras tiempos crecían y florecían allí exóticas flores del trópico misterioso donde mecían su verde follaje árboles y arbustos de la selva centenaria de las provincias australes y aun hierbas y arbustos de la vegetación xerofítica de la zona boreal de Chile

Pero, aun es tiempo que pensemos en fundar de nuevo un Jardín Botánico Chileno, donde podamos estudiar no sólo plantas chilenas, sino también muchísimas exóticas, donde los botánicos puedan efectuar sus investigaciones científicas y los alumnos estudiar las plantas con material vivo, y que al mismo tiempo sea un lugar de importancia estético y de atracción para los habitantes, un lugar de recreación espiritual y de educación.

Últimamente se ha dado a conocer por intermedio de la prensa, de que existe el proyecto de instalar un Jardín Botánico en una quinta que posee la Corporación del Salitre y Yodo en Las Salinas, cerca de Viña del Mar. Encontramos muy hermoso y plausible este proyecto, pero lo consideramos no como un verdadero y futuro centro de investigación científica botánica, sino más bien como un lugar que será admirado por los turistas que tendrán entonces un motivo más para admirar aquella piedra multicolor que se llama Viña del Mar, aquella joya bañada por las aguas del Océano Pacífico.

 Creemos que el futuro Jardín Botánico Chileno debe instalarse en algunas de las varias quebradas de la pre-cordillera andina, frente a Santiago (en Apoquindo, Peñalolén o Macul), donde existen las más variadas condiciones ecológicas necesarias para su buen funcionamiento, y donde, con un costo mínimo se podrían instalar y dar vida a los distintos tipos de vegetaciones chilenas y poder ofrecer así un conjunto florístico único en un clima benigno e ideal, en medio de una naturaleza silvestre, variada o interesante y a pocos minutos del centro de Santiago por caminos pavimentados y de fácil acceso.

 NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 1. Anales de la Sociedad de Farmacia de Santiago. ‑ Tomo VI (N9 l), Santiago, enero de 1873. Págs. 26‑27.

 2. El decreto en que se comisiona al Dr. Philippi para fundar un Jardín Botánico es el siguiente:

 "Santiago, Octubre 7 de 1853. He acordado y decreto: Se nombra profesor de las clases de Zoología y Botánica de la Universidad, debiendo encargarse de la formación e inspección del jardín Botánico al Dr. Raimundo (debe decir Rodulfo Amando Philippi, con un sueldo de mil quinientos pesos anuales). El profesor que ha desempeñado hasta el presente la clase de Química Orgánica y Botánica de la Universidad enseñará en lo sucesivo el primero de estos ramos y Farmacia.
Tómese razón, comuníquese y publíquese. MONTT. ‑ Silvestre Ochagavía".

3. Barros Arana, Diego. ‑ El Doctor don Rodulfo Amando Philippi, su vida y sus obras. ‑ Págs. 180 y siguientes.

 4. Catálogo de las plantas cultivadas en el Jardín Botánico de Santiago‑Tomo VI (N9 7), Pág. 242. Santiago, julio de 1873.

 5. Philippi, Dr. R. A. ‑ Catálogo de las plantas cultivadas en el Jardín Botánico de Santiago hasta el 1 de mayo de 1881, en los Anales de la Universidad de Chile, correspondiente a octubre de 1881, págs. 519‑581.  

6.-Memoria del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública presentada al Congreso Na­cional en 1887 págs. 158-9.

7. - Anónimo. Neue Pflanzen aus Chile.  Separat­ Abdruck aus Gartenflora: año 1884: pags. 1-4, con una lamina (Tafel 1163).

8.-Memoria del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, presentada al Congreso Nacional en 1887.

9.- Véase: Memoria Anual, correspondiente a 1891 de la labor desarrollada por el Jardín Botánico de Santiago de Chile. En Memoria del Mi­nisterio de Justicia e Instrucción Pública pre­sentada al Congreso Nacional en 1892. Págs. 157-160.

10.-Gunckel, L., H.-La Labor Botánica de don Federico Philippi, en Revista Universi­taria (Universidad Católica), año XXIV (Nº 1), Santiago de Chile, 1939, págs. 13-36.


11. - Véase: Porter, C. E. - Sobre Hombres de Ciencias fallecidos en estos últimos meses, en Revista Chilena de Historia Natural, tomo XXXVIII (1934) : 77-78. Y Johow, Arnulfo. Juan Soehrens, en El Mercurio, Santiago, 20 de mayo de 1934.

 


Citar como:

 Gunckel, H. 1950. Breve historia del antiguo jardín botánico de la Quinta Normal  de Santiago de Chile. Farm. Chilena 24(12): 537-542.


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